TALES

TALES fue astrónomo, geómetra, viajero, estadista, estudioso de la naturaleza. Unánimemente figura el primero en todas las listas de los llamados Siete Sabios de Grecia, y también como el primer filósofo. Vivió entre 639 y 547 adC, hijo de Euxamias y de Cleóbula, de ascendencia fenicia.

Da fianza y ya tienes ruina.

Acuérdate de tus amigos, presentes y ausentes.

No embellezcas tu aspecto, sé hermoso en tus actos.

No te enriquezcas mal.

No dudes en adular a tus padres.

Como los regalos que ofrezcas a tus padres,
tales serán los que tú, en tu vejez, recibirás de tus hijos.

Es difícil conocerse a sí mismo.

Lo más dulce es conseguir lo que deseas.

La actividad es un tormento.

La intemperancia es dañina.

La falta de educación es pesada.

No estés inactivo, ni aunque seas rico.

Oculta tus males en casa.

Mejor ser envidiado que compadecido.

Usa la medida.

No creas a cualquiera.

JEREMÍAS

Nació Jeremías en el último periodo del reinado de Manasés, hacia el 645 a. de C., hijo de Jelcías, de una familia sacerdotal que vivía en Anatot, hoy llamada Anata, a unos cinco kilómetros al nordeste de Jerusalén; dentro ya del territorio de la tribu de Benjamín.

Conocemos su vida y su carácter por los relatos biográficos que incluye en sus escritos. Sensible y tierno en su modo de ser, fue enviado para transmitir un mensaje tajante y desolador, en contraste con su mismo nombre: Yirmeyah, que significa “Yahvéh exalta”.

Pero vosotros os fiáis de palabras engañosas,
que de nada os servirán. ¡Cómo!
Robáis, matáis, cometéis adulterio, juráis en falso,
sacrificáis a Baal, corréis tras dioses que no conocéis,
y luego venís a presentaros ante mí,
en este templo que lleva mi nombre,
y decís: “Ya estamos seguros”,
para continuar aún cometiendo todas esas abominaciones.
¿Acaso tomáis este templo consagrado a mi nombre por una cueva de ladrones?
¡Muy bien, pues yo también lo miraré así!
Os arrojaré de mi presencia, como arrojé a vuestros hermanos,
a toda la estirpe de Efraín.
(Jer., 7, 1-15)

ZARATUSTRA

Templo zoroástrico en Yazd (Irán)

Según sucede con todos los antiguos fundadores de religiones su biografía real queda diluida ante la necesidad de asegurar la pervivencia de la doctrina. Zaratustra (o Zoroastro) era originario de la familia Spitama, nació en la parte occidental del Imperio Persa, en la Media, donde florecía la antigua escuela de los Magos, hacia el 660 a. de C. Consagró su vida a la creación y difusión de su doctrina. Tras dudas personales y persecuciones por parte de la religión oficial, finalmente convenció al rey Kavi Vishtaspa, de Bactriana, y a algunos de sus ministros, incluso se casó con la hija de uno de ellos, llamado Frashaostra, mientras que su hijo se casó con la de otro de los ministros, llamado Giamaspa.

Cuando un hombre sale de viaje, lleva sus provisiones;
Si es para un día de marcha, toma provisiones para dos días.
Si es para dos días de marcha, toma provisiones para tres.
Si es para diez días de marcha, toma provisiones para quince.
Y piensa que volverá con salud con sus queridos amigos, padres y hermanos.
¿Cómo es entonces que los hombres no toman provisiones para ese viaje inevitable,
al que uno debe ir de una vez por todas, para toda la eternidad?
Ciegos son todos aquellos que en esta tierra
no siguen la religión, no hacen bien a la vida, y no conmemoran la muerte.

HESIODO

El pastor tocado por las musas.

Su padre era originario de Cumas, en la región de Eolia de la Grecia antigua. Se había trasladado a Ascra, una pequeña localidad de Beocia, donde se dedicó al pastoreo y la agricultura. Allí debió de nacer Hesíodo, en esa localidad que él pinta “mísera, mala en invierno, irresistible en verano y nunca buena”. Pero Ascra era un importante centro de culto, donde se celebraban festivales periódicos en honor de las Musas del Helicón.

¡Ea, tú!, comencemos por las Musas
que a Zeus padre con himnos alegran
su inmenso corazón dentro del Olimpo,
narrando al unísono el presente, el pasado y el futuro.
Infatigable brota de sus bocas la grata voz.
Ellas, lanzando al viento su voz inmortal,
alaban con su canto primero, desde el origen,
la augusta estirpe de los dioses
a los que engendró Gea y el vasto Urano y los que de ellos nacieron,
los dioses dadores de bienes.

Pandora