Las distintas colecciones del Veda contienen las canciones de las celebraciones religiosas, reunidas con el nombre de “Samaveda”; las fórmulas para el sacrificio, denominadas “Iagurveda”; las invocaciones mágicas: “Atharvaveda”; y el Rigveda, donde se encuentran los himnos sagrados dedicados a las divinidades. Tres son los sacerdotes indispensables para la ofrenda: el que recita el himno rigvédico, el que lo canta y el que asume la ejecución del ritual. Como parte del canon ortodoxo del hinduismo, se consideran expresión enteramente válida de la verdad trascendente. Hasta hoy en día, una prueba de ortodoxia es la aceptación de la autoridad divina de estas escrituras.
Se habla de Indra, de Mitra, de Varuna, de Agni;
y sin embargo, Él solo,
Aquél que es Uno,
es la divina ave de bellas alas.
Aquél que es Uno,
es, pues, designado por los poetas con diversos nombres:
Agni, y todos los demás,
pero él sigue siendo siempre
“Aquél que es Uno”.
¿A qué dios deberermos ofrecer nuestros sacrificios,
si no a ese Dios único y solo,
que en el comienzo creó a todos los seres?
Verdaderamente,
en el origen engendró la amplia extensión de las aguas
que contenían todos los gérmenes,
y él mismo renació en estas aguas como un germen de oro,
al mismo tiempo que realizaba el sacrificio
para convertirse en el único Dios de los dioses,
y hasta en su espíritu vital.
Ante sus leyes,
que son leyes de verdad,
todo se inclina,
hasta los dioses;
es él quien ha medido el espacio reservado a la atmósfera
entre el cielo y la tierra;
es él quien,
extendiendo los brazos,
ha marcado los límites del mundo;
abarca todo cuanto está creado,
y fuera de él, nada puede existir en el Universo.
El Ser es uno, si bien los filósofos lo conciben de diversas formas.
y sin embargo, Él solo,
Aquél que es Uno,
es la divina ave de bellas alas.
Aquél que es Uno,
es, pues, designado por los poetas con diversos nombres:
Agni, y todos los demás,
pero él sigue siendo siempre
“Aquél que es Uno”.
¿A qué dios deberermos ofrecer nuestros sacrificios,
si no a ese Dios único y solo,
que en el comienzo creó a todos los seres?
Verdaderamente,
en el origen engendró la amplia extensión de las aguas
que contenían todos los gérmenes,
y él mismo renació en estas aguas como un germen de oro,
al mismo tiempo que realizaba el sacrificio
para convertirse en el único Dios de los dioses,
y hasta en su espíritu vital.
Ante sus leyes,
que son leyes de verdad,
todo se inclina,
hasta los dioses;
es él quien ha medido el espacio reservado a la atmósfera
entre el cielo y la tierra;
es él quien,
extendiendo los brazos,
ha marcado los límites del mundo;
abarca todo cuanto está creado,
y fuera de él, nada puede existir en el Universo.
El Ser es uno, si bien los filósofos lo conciben de diversas formas.
1 comentario:
Me parecen intereantes los cultos y las representaciones que se hacen en algunas religiones. El hinduismo, concretamente, me parece muy bonita y colorida.
Antiguamente se le daba más valor a las religiones que ahora, en general, por eso no es de extrañar que la mayoría de las obras, representaciones, templos, etc, característicos de cada religión, se realizaran hace tanto tiempo. Como el Rigveda, la elaboración de una colección así solo pudo haberse hecho hace tanto tiempo, porque actualmente pocas son las cosas tan elaboradas que se hacen con las propias manos.
Y luego está lo del dios único, el ave de bellas alas: no me extraña que sea él el dios único, porque pocas son las religiones que no tienen a ser con apariencia humana como dioses, y una criatura alada como esa me resulta más dominante que cualquier persona. Creo que si fuese hindú sería a él a quien adoraría, porque por esa descripción debe de ser muy bonito y trasnmite la sensación de libertad.
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