jueves, 27 de noviembre de 2008

WEN WANG

Si Wen-Wang, el rey de la provincia más occidental de la China antigua, que se corresponde con la actual Shensi, no hubiera estado encarcelado durante siete años por obra del emperador tirano Chou, seguro que su hijo Wu-Wang no habría asaltado el trono imperial, constituyéndose en primer emperador de la dinastía Tcheu.

Y seguro también, que este sabio rey tampoco habría dispuesto del tiempo que le proporcionó su obligada reclusión, imprescindible para aplicar su mente al conocimiento de la realidad y del TAO, el camino a seguir en la vida conforme a ese conocimiento.

El resultado de las reflexiones en prisión del rey Wen Wang, que vivió entre 1231 y 1135 a. de C., fue el I-CHING, (o I-KING) el libro de los cambios. Primero de los libros canónicos de la sabiduría china -el que constituye la infraestructura de su explicación del mundo-, viene siendo considerado a lo largo de los siglos como expresión de un saber supremo.



CH’IEN
(el cielo, la dureza, la firmeza, la luz)

Magnífico este principio.
Es el origen de donde proceden todos los seres.
Gobierna el Cielo.
Manda a las nubes avanzar prodigando su lluvia.
De Él fluyen la diversidad de todos los seres.
Gran luz, principio y fin de cuanto existe.
Después de haber constituido los seis puntos espaciales,
recorre el cielo montado en carro tirado por seis dragones.
La ley de Ch’ien es transformar.
A cada ser da su naturaleza y su existencia.
Conserva a todos en armoniosa concordia,
dando a cada uno
-constante e invariablemente-
cuanto le conviene para su subsistencia.
Es cabeza o principio,
origen de todos los seres.
Es la paz para todos los Estados.
Si se continúa adelante hasta llegar al momento nueve,
el de la aplicación práctica,
la virtud del cielo dejará de ser la cabeza rectora:
la dureza o firmeza en la acción,
que en principio debe ser cabeza y guía en nuestro comportamiento,
llegados al terreno de la práctica,
debe, muchas veces, ceder la dirección a la blandura.

MOISÉS

Dijo Yahveh:
- Escuchad mis palabras:
Si hay entre vosotros un profeta,
en visión me revelo a él, y hablo con él en sueños.
No así con mi siervo Moisés:
él es de toda confianza en mi casa;
boca a boca hablo con él,
abiertamente y no en enigmas,



Moisés nació en Egipto hacia el año 1300 antes de Cristo; vivió durante el mandato del Faraón Ramsés II. Sus padres se llamaban Amram y Yokebed, y eran de la tribu de Leví, que se distinguía por su nomadismo entre todo el pueblo hebreo, por lo que no es de extrañar que esta tribu jugara un papel esencial en los episodios del Éxodo y en la marcha por el desierto.

lunes, 24 de noviembre de 2008

AKHENATON



Tu aparecer es bello en el horizonte del cielo,
¡Oh, viviente Atón, iniciador de la vida!
Cuando apareces en el horizonte de Oriente
llenas la tierra con tu belleza.
Pues eres espléndido, sublime, radiante.
Tus rayos envuelven las tierras y todo lo que has creado.
Tú las enlazas con los lazos de tu amor.
Estás lejos, pero tus rayos se hallan en la tierra.



Así se inicia el himno a Atón que compuso el faraón Akhenatón hacia 1368 a C. como expresión del nuevo culto a ese Dios, único, con el que ofrecía cabida en la religión oficial a las gentes de todos los pueblos que se habían ido instalando en Egipto a lo largo de los siglos.
Con ello se enfrentaba a la hegemonía del culto aristocrático y nacionalista del dios Amón en Tebas; y también, claro está, a la casta político-sacerdotal de Amón, cuyo poder e influencia había ido en aumento durante los dos siglos precedentes, hasta el punto de llegar a dar algún que otro faraón, como parece que fue el caso del gran conquistador Tutmés III.


domingo, 9 de noviembre de 2008

RIGVEDA

La más antigua (Ca.. 1500 a de C.) y la más importante de las cuatro colecciones que configuran “el saber” (Veda), revelado por Dios (Brahma) es el “RIGVEDA”. Significa “ El Saber de la Alabanza”.
Las distintas colecciones del Veda contienen las canciones de las celebraciones religiosas, reunidas con el nombre de “Samaveda”; las fórmulas para el sacrificio, denominadas “Iagurveda”; las invocaciones mágicas: “Atharvaveda”; y el Rigveda, donde se encuentran los himnos sagrados dedicados a las divinidades. Tres son los sacerdotes indispensables para la ofrenda: el que recita el himno rigvédico, el que lo canta y el que asume la ejecución del ritual. Como parte del canon ortodoxo del hinduismo, se consideran expresión enteramente válida de la verdad trascendente. Hasta hoy en día, una prueba de ortodoxia es la aceptación de la autoridad divina de estas escrituras.





Se habla de Indra, de Mitra, de Varuna, de Agni;
y sin embargo, Él solo,
Aquél que es Uno,
es la divina ave de bellas alas.
Aquél que es Uno,
es, pues, designado por los poetas con diversos nombres:
Agni, y todos los demás,
pero él sigue siendo siempre
“Aquél que es Uno”.

¿A qué dios deberermos ofrecer nuestros sacrificios,
si no a ese Dios único y solo,
que en el comienzo creó a todos los seres?
Verdaderamente,
en el origen engendró la amplia extensión de las aguas
que contenían todos los gérmenes,
y él mismo renació en estas aguas como un germen de oro,
al mismo tiempo que realizaba el sacrificio
para convertirse en el único Dios de los dioses,
y hasta en su espíritu vital.
Ante sus leyes,
que son leyes de verdad,
todo se inclina,
hasta los dioses;
es él quien ha medido el espacio reservado a la atmósfera
entre el cielo y la tierra;
es él quien,
extendiendo los brazos,
ha marcado los límites del mundo;
abarca todo cuanto está creado,
y fuera de él, nada puede existir en el Universo.

El Ser es uno, si bien los filósofos lo conciben de diversas formas.

lunes, 27 de octubre de 2008

PTAHHOTEP

Gran visir del faraón Isirá, octavo de la V dinastía. Vivió entre 2450 y 2350 a de C. Debe su fama -y el mérito de estar aquí- al hecho de ser autor de un compendio de máximas o "instrucciones" que fueron inspiración para los tratados de conducta egipcios a través de los siglos.



Lo que ama el dios es que se haga justicia (Ma'at).
Lo que el dios detesta es la parcialidad.
He aquí la doctrina.




Ma'at es buena y su valor es duradero,
es como un camino recto delante del hombre,
que nada sabe;
la aventura del mal no ha conducido nunca a ningún puerto.




No seas orgulloso de lo que sabes
y no te fíes por el hecho de que tú seas un hombre sabio.
Toma consejo del ignorante como del sabio,
puesto que los límites de la ciencia no pueden ser alcanzados.
Una palabra feliz se halla más escondida que la preciosa piedra verde
y se puede encontrar junto a los siervos inclinados sobre la piedra de molino.




Si te has convertido en un gran hombre después de haber sido pequeño,
si has conseguido riquezas tras haber conocido la necesidad en la ciudad,
no te olvides de los tiempos antiguos.
No seas avaro con tus riquezas,
que te han venido como un don del dios.


Si quieres mantener la amistad en una casa que visites a menudo,
sea de tu amo, de tu hermano o de tu amigo,
cuida de no acercarte a las mujeres.
El lugar donde están ellas no es bueno para ti.
Por su causa van miles a la perdición.
Los hombres se vuelven locos por sus caras brillantes maquilladas,
pero después se descoloran
y su rostro adquiere el tinte de la piedra pómez.
El placer dura un instante,
es como un sueño, y la muerte viene al final.


Cásate mientras eres joven,
a fin de que ella pueda darte hijos,
pues un hombre es considerado en proporción al número de sus hijos.
Los hijos son un bastón para los ancianos.
Funda un hogar y ama a tu mujer,
como es conveniente,
aliméntala,
vístela,
su perfume es un remedio para tu cuerpo.
Haz que su corazón se alegre tanto cuanto ella viva;
ella es un campo fértil para su señor.


jueves, 26 de junio de 2008

PRESENTACIÓN